Deconstrucción

Deconstrucción
Jesús Olmos
Máscaras

Máscaras escribe Jesús Olmos

Los procesos de construcción de la personalidad, de la fama pública, y de todo el sistema de creencias actual, pasan por procesos sociales de todo tipo que pueden durar solo unos meses o décadas.

Como sujetos sociales, los niños y niñas se incorporan de a poco al desarrollo de un papel en su entorno, las personas desempeñan un lugar en las sociedades, quienes destacan sean vistos como ejemplos en muy diversas áreas y desde ahí, algunos tratan de hacer de este, un mundo más habitable. Pero también hay quienes se mueven por intereses personales, su beneficio, el de su cartera y otras tantas razones, por las que muchas veces las personas importantes también promueven antivalores.

Aquí es donde entra el proceso de deconstrucción. Se trata de un análisis profundo de algo para desmontarlo y darle una nueva estructura. En este caso hablamos de la sociedad.

Este término, si bien se usa para desafiar las ideas preconcebidas, cuestionar su origen y analizarlas detalladamente, se usa en filosofía, teoría literaria, y en otros ámbitos como en el de la política.

En México vimos al ex presidente Andrés Manuel López Obrador, por ejemplo, mantener posturas muy contrarias a las causas que presume su movimiento enarbolar, como la feminista.

El morenista hizo pocos compromisos con este sector desde su toma de protesta, minimizó los feminicidios no reconociendo sus causas y como cereza del pastel, se dijo presa de la violencia de género.

AMLO entendió muy bien a los grupos desprotegidos, pero nunca se deconstruyó, hizo política a la vieja usanza y enemistó a amplios sectores con generalidades y argumentos arcaicos.

El caso del gobernador de Puebla, Alejandro Armenta, es meritorio del análisis. No fue ajeno a cometer un par de pifias en el pasado por temas como la conmemoración del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, o con comentarios que fueron considerados discriminatorios sobre la comunidad trans, pero el poblano sí decidió capacitarse y entrar en un proceso de deconstrucción.

Desde el Senado, comenzó con el uso del lenguaje inclusivo, ese que molesta a muchos por utilizar letras para que las minorías sexuales y diversas se sientan incluidos.

En su conferencia matutina del lunes, habló de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y repitió en diversas ocasiones que se trata de conmemorar los alcances de la equidad de género y otras luchas.

Pero no es solo en este tema, muy ligado a la idea machista y patriarcal preconcebida ampliamente entre quienes integramos nuestra sociedad, también está en muchos ámbitos de nuestra vida diaria.

Vemos a un cantante como Bad Bunny, cambiando el tono, deconstruyendo su música para hacerla más acorde a la realidad actual, alejándose de la masculinidad hegemónica en el reggaetón.

Ahora el puertorriqueño, incluye elementos de la cultura de su país a sus letras y ritmos, incorpora ideas feministas a su contenido y hace una representación de la mujer como un sujeto empoderado.

Lo más claro aquí es que si una industria millonaria como la musical o un líder político como el poblano puedes… ¿acaso no podemos hacerlo todos?

@Olmosarcos_

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