Parabolica.MX escribe Fernando Maldonado
El 19 de junio de 2021 Julio Torres escribió en su muro de Facebook: “Sólo quien trabaja por lo que desea, sabe cuánto cuesta lo que tiene”. Su cabeza, sin cuerpo, fue encontrada hace unos días en el centro del municipio de Acatzingo, según trascendió luego de haber sido secuestrado el 23 de septiembre por un grupo criminal.
Al día de la publicación de ese mensaje en esa red social tenía 26 años y durante mucho tiempo se dedicó a hacer el bien, ayudar a quien lo requería desde su posición como empresario de la región de Tecamachalco y así lo hicieron constar distintas asociaciones sociales, instituciones o colectivos.
Al tiempo de ser plagiado contaba con 30 años de edad y gustaba de presumir sus aficiones: los caballos y los autos deportivos que no fueron impedimento para continuar con el trabajo altruista al que se dedicó en vida.
“El personal docente, directivos y padres de familia del Jardín de Niños Frida Kahlo de Tecamachalco agradece enormemente a CARTOTEC (Cartones de Tecemachalco, empresa de la víctima) por su invaluable apoyo y generosidad a través de la función de payasos con motivo de los festejos del Día del Niño (que) llevaron a nuestros pequeños haciendo de este día algo muy especial”, se lee en una cuenta de Facebook.
La muerte violenta de este muchacho ha provocado indignación en la región en donde los Mier, Ignacio padre e Ignacio hijo han instalado un feudo familiar. Una cadena entre vecinos de ese municipio, especialmente lastimado por grupos delictivos de huachicoleros que luego diversificaron sus actividades criminales, da cuenta del suceso.
Citar el nombre del senador de la República y el de su hijo el ex edil de ese municipio es preciso pues refleja un patrón de comportamiento en el que la ausencia de conocimiento de la realidad sociopolítica que padece la sociedad en Tecamachalco confirma la falta de empatía.
“Julio Torres, joven empresario de 30 años, fue víctima de secuestro en Tecamachalco, Puebla desde el día 23 de septiembre del 2025. Durante esos días fue negociado y pagado el rescate que se solicitó, prometiendo que lo entregarían con vida. Sin embargo no fue así. Fue encontrada su cabeza con un mensaje”, dice el texto.
“Esto te pasó por no pagar” dice la cartulina que acompañaba la extremidad del empresario que había hecho altruismo en días especialmente simbólicos para la sociedad de su localidad: días de visita de Reyes Magos, Día del Niño, rifas y donaciones para ciegos y débiles visuales y hasta desfiles con autos razer en días en que los religiosos veneran a sus santos.
El secuestro y ejecución de una persona que en vida llevó como filosofía de vida, así lo reflejaba en sus redes sociales, resulta particularmente contrastante porque sucede en momentos en que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, a partir de reportes de la Fiscalía General del Estado, reporta una disminución en indicadores como el homicidio doloso y el secuestro.
La población de Tecamachalco está profundamente dolida. Este martes 30 de septiembre se tiene prevista una manifestación para buscar y pedir justicia “por nuestro amigo Julio Torres”, a las 8:00 de la mañana. “Hoy nos duele el corazón, pero también nos mueve la fuerza de la unión. Julio no merece el silencio”, dice la convocatoria que corre en redes sociales.
@FerMaldonadoMX