La frontera de 3 mil kilómetros y Trump

La frontera de 3 mil kilómetros y Trump
Parabólica.Mx
Piso 17

Piso 17 escribe Álvaro Ramírez

La patria comienza y termina, reza el dicho popular, en Tijuana. Aquí comienzan también —y también terminan— los sueños, pero también las pesadillas.

La historia de la migración, últimamente, se ha vuelto tensa debido a la beligerancia bipolar del presidente Donald Trump y su retórica antiinmigrante.

Sin embargo, la tensión no se vive realmente a lo largo de los 3 mil169 kilómetros que comparten como frontera la Unión Americana y México.

Se percibe más en las ciudades donde hay una gran concentración de paisanos.

Pero Trump podría no ser el monstruo deforme, babeante y devorador de hombres, mujeres y niños que algunos han querido pintar.

En realidad, el republicano ha sido el presidente que menos indocumentados ha deportado desde el demócrata Bill Clinton a la fecha.

Incluso, el magnate confirma que, aunque los demócratas son más suaves en el discurso, en los hechos han sido más duros contra los migrantes; mientras que los republicanos, pese a su agresiva retórica antiinmigrante, en cifras han resultado ser un enemigo menos temible.

Durante su primer mandato, entre 2017 y 2020, Donald Trump deportó a 766 mil 055 indocumentados, mientras que el demócrata Barack Obama expulsó a casi 3 millones de personas en sus dos mandatos, entre 2009 y 2016; la cifra exacta es de 2 millones 848 mil 937 indocumentados.

La comparación más clara es la directa entre ambos, dada la abismal diferencia en sus posturas públicas sobre la migración, desde las dos visiones partidistas de Estados Unidos.

Veamos: mientras Trump es señalado como racista y se le atribuyen rasgos fascistas en su retórica antiinmigrante, Obama abrazaba a los migrantes y les prometía medidas para aliviar su situación —y efectivamente aplicó algunas—, pero al mismo tiempo deportaba masivamente a los indocumentados.

Otras cifras son igualmente ilustrativas: el demócrata Bill Clinton, en sus dos mandatos (1993-2001), deportó a 7 millones 447 mil 247 personas; el republicano George W. Bush (2001-2009) a 4 millones 653 mil 516 personas; y el demócrata Joe Biden, 891 mil 503, entre 2021 y 2025.

El tema viene a cuento porque Trump, quien ahora está ocupado de tiempo completo en su guerra comercial y discursiva contra China, no ha resultado ser el león desbocado y voraz que algunos pintaban y que se preveía devastaría a México, además de entrar en una disputa permanente con la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

De ella, Trump ha dicho ya en una decena de ocasiones que es una mujer "fantástica" y "maravillosa", y la ha puesto como ejemplo ante el mundo, en cooperación en seguridad y por sus programas de combate a las drogas.

El magnate incluso ha declarado que, como en el caso de su programa de valores para prevenir las adicciones, retomará algunas de las políticas sociales de Sheinbaum para aplicarlas en Estados Unidos.

En el enfrentamiento —breve, ligero y meramente retórico— entre la presidenta y Trump, Sheinbaum ha salido tan fortalecida que hoy es vista como la indudable líder política de América Latina y el Caribe, además de ser considerada —ante muchos ojos— la mujer gobernante más poderosa del mundo.

En estos episodios subyacen tres realidades: primero, nuestro país y su presidenta son vistos con enorme respeto por el republicano y por Estados Unidos, incluida su oligarquía.

Segundo: los comentócratas de la derecha mexicana, quienes casi pronosticaron una invasión estadounidense, no solo son malintencionados, sino también profundamente ignorantes y desinformados.

Tercero: Trump no es necesariamente un enemigo de México y los mexicanos, aunque tampoco puede considerarse un vecino muy amigable.

Conclusión: el león no es como lo pintan, tampoco Donald.

@Alvaro_Rmz_V

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