Piso 17 escribe Álvaro Ramírez Velasco
La advertencia es contundente y adelanta también severos e inherentes castigos: se acabaron los moches y el saqueo con obras públicas. El gobernador Alejandro Armenta ha dejado la indicación con firmeza para sus funcionarios y también para los presidentes municipales; sin embargo, ese fuerte llamado de atención tiene alcances no sólo para el futuro, sino que alcanzará también al pasado reciente y al pasado remoto.
En la gira de este fin de semana, en la que recibió en Huauchinango a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, el gobernador poblano fue reiterativo ante los alcaldes y alcaldesas de la región de la Sierra Norte, así como ante sus funcionarios estatales, de que el dinero es del pueblo y por eso es sagrado.
Luego de acto con la presidenta de la República, en el que recibió un espaldarazo contundente de ella y de las principales mujeres de su gabinete, quienes estuvieron presentes en la cabecera municipal de la cuna de la sierra, Alejandro Armenta encabezó el arranque de obras en ese municipio, y luego en Chignahuapan.
Dijo que en su gobierno se privilegiarán las obras sociales y comunitarias.
Pidió a los ciudadanos organizarse para priorizar las obras urgentes, que ellos administrarán en las que participarán, con faena. Incluso, ofreció que él mismo estará en esas faenas comunitarias.
Pero también hizo la advertencia muy, muy clara de que no se puede hacer negocio, ni pretender que siga el esquema perverso de corrupción, que tradicionalmente han rodeado a las obras públicas.
En un tono de analogía popular, muy cercano con la gente, indicó que se acabaron las obras de “milpa”; es decir, aquellas donde se dividían “mil para el constructor, mil para el funcionario”, en alusión a aquellos moches que se repartían corruptamente, con presupuestos inflados y descomunales, y que barrenaban por completo las arcas municipales y estatales.
“Se acabó el saqueo”, sentenció con severidad, y adelantó que ese esquema no cabe en los gobiernos de la Cuarta Transformación, que en su segundo piso encabeza Claudia Sheinbaum y que él representa en Puebla.
Para estas administraciones, estatal y federal, y así debe ser para los municipales, la tarea de resguardar el dinero del ciudadano debe ser una convicción.
Pero el gobernador sabe contrastar sus discursos, y también dar buenas noticias en Chignahuapan, donde anunció que habrá un presupuesto de 30 millones de pesos para la obra comunitaria en toda esa región.
También que en este primer año de su gestión, para todo el estado habrá mil millones de pesos para estas obras en donde los ciudadanos son parte fundamental de las decisiones y de la ejecución.
Por supuesto, en sus alocuciones, específicamente, en esta parte, recibió muchos aplausos.
También tuvo ocasiones, respecto de la advertencia de acabar con la corrupción en las obras públicas.
Por supuesto, muchos se habrán sentido aludidos.
Para utilizar también una analogía, habrá que decir que el “saco le quedó a más de uno” de los presentes en los actos en Huauchinango y Chignahuapan, pero también a los ausentes en muchos otros municipios y de otras administraciones.
¿A quién se refirió Alejandro Armenta al soltar la advertencia severa?
No hay mucho que buscar, pues, a los saqueadores.
@Alvaro_Rmz_V