En su homilía, el obispo subrayó la importancia de reencontrar el rumbo espiritual y de vida
El obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Puebla, Tomás López Durán, elevó sus oraciones por las víctimas de la violencia en México, entre ellas a Teresa González Murillo, integrante de un Colectivo de Madres Buscadoras qué fue asesinada en Guadalajara, Jalisco y José Miguel Flores, hijo de la delegada de gobernación en el municipio de Amozoc quien murió a causa de una bala perdida.
Desde la Catedral de Puebla, durante la celebración eucarística de este domingo, Monseñor también pidió por la pronta recuperación del arzobispo Víctor Sánchez Espinosa y ofreció oraciones por Heriberto Navarrete López, joven integrante de la pastoral juvenil de Irapuato, asesinado en Pénjamo, Guanajuato.
En su mensaje, Monseñor condenó los actos de violencia que se siguen viviendo en el estado asimismo, elevó sus oraciones por que cada integrante de los colectivos que se dedican a la búsqueda de personas desaparecidas encuentren la paz que necesitan.
“Pedimos por las necesidades de los colectivos de madres y padres buscadores” expresó el líder religioso, haciendo un llamado a no olvidar el sufrimiento de quienes han sido afectados por la desaparición forzada y la violencia.
En su homilía, el obispo subrayó la importancia de reencontrar el rumbo espiritual y de vida. “A veces parece que la humanidad ha entrado en un pantano, sin un camino claro, sin una dirección segura. Pero en este tiempo cuaresmal, Dios nos convoca a descubrir una novedad que solo procede de Él”, afirmó.
Agregó que, para Jesús, lo fundamental es que los creyentes reconozcan en la Cuaresma una oportunidad para avanzar hacia un horizonte de vida y fe, inspirados en la figura de Cristo que murió y resucitó.
Finalmente, recordó que, al igual que los pueblos que vivieron en destierro y tristeza, hoy también es posible transformar la realidad con la fe: “El Señor ha cambiado nuestra suerte”, concluyó.