El amor romántico es un campo de batalla con príncipes azules inexistentes y damiselas irreales, señala
Para la escritora de literatura erótica Mónica Soto Icaza el hombre y la mujer no son monógamos emocionales ni sexuales. Es ahí en donde surgen las relaciones poliamorosas, que puede ser románticas, emocionales o sexuales. Es cuando tienes un acuerdo con tu pareja para que entren otras personas en el vínculo.
“Ya no encuentras al amor de tu vida sólo una vez y con esa persona te quedas para siempre, ni la media naranja; ahora estás abierta a conocer nuevas personas y tienes esta disposición con tu pareja a que entren más personas en el vínculo” de pareja, dice.
En una entrevista que concedió desde la Ciudad de México en donde próximamente presentará su obra literaria, con libros como Los Poliamorosos, Confesionario de una libidinosa irredenta o Diccionario Erótico en la Feria de Minería del 24 de abril al 12 de mayo habló de las nuevas formas de relacionarse.
Pasen a ver a @MonicaSotoIcaza habló de relaciones abiertas, swinger y monogamia.
— Fernando Maldonado (@FerMaldonadoMX) February 13, 2025
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El amor romántico tiene expectativas complicadas: un príncipe azul y una damisela en peligro y todo mundo sale decepcionado. Hoy en día hay relaciones abiertas, intercambio de parejas; parejas de tres personas, de cuatro siempre bajo un acuerdo con mutuo.
La idea es que “el amor deje de ser un campo de batalla y deje de ser un sufrimiento y se convierta en una experiencia rica, divertida y sobre todo que t de paz y puedas vivir tu vida de una manera mucho más plena”, dice en la conversación a distancia.
El deseo por otras personas que no son nuestra pareja es de tal magnitud que ha habido amenazas de muerta, cárcel o el infierno, según sea el caso. Y sin embargo “lo podemos controlar, no quiere decir que la monogamia y la fidelidad sea imposible”.
Hizo un recuento de los distintos modelos de relación hombre-mujer desde la etapa de las cavernas, la propiedad privada, la imposición de la monogamia para las mujeres y el amor romántico y una vida monógama en una etapa en la que la expectativa de vida es en promedio de 80 años.
Confiesa haber sido irreverente frente a las reglas de la industria editorial, apuesta por la creatividad y por la libertad de expresión para que la gente viva su sexualidad sin culpa. “No tiene nada de malo sentir como sentimos, hay que conocernos (…) una persona que tiene una vida sexual plena no va por la vida violentando a los demás”.
