Historias de un joven reportero escribe Gerardo Ruiz
No, no son tiempos electores.
El gobernador Alejandro Armenta no se equivocó al precisar, durante su intervención en el primer informe de Pepe Chedraui al frente de la presidencia municipal de la capital, que aún no son tiempos electorales, son tiempos de trabajar por Puebla.
“Lo digo muy claro; para mí, hoy no son tiempos electorales. Hoy es tiempo de Puebla. Nuestra ciudad reclama la atención que le fue negada”.
La afirmación del mandatario poblano fue tan cierta como dura.
Tan dura que la diputada Laura Artemisa García tuvo que hundirse en la silla desde la que apreciaba en el presídium de honor la rendición de cuentas del alcalde de la Angelópolis en el Auditorio de la Reforma.
Y es que si el mensaje de Armenta tuvo un destinatario claro ese no fue Chedraui Bubid, sino, más bien, “La Maestra” Artemisa, quien lleva tres meses en una desbocada y abierta pre precampaña, que no levanta, no entusiasma y no camina.
El primer informe de Pepe Chedraui dejó algo claro en la clase política y en los aspirantes que buscan abanderar en el 2027 a Morena en la Angelópolis: el actual alcalde es y será el rival a vencer en la interna del partido marrón.
Más allá de las cifras expuestas este miércoles por el edil capitalino –algunas creíbles y otras no tanto–, Chedraui demostró que su gobierno ha retomado el rumbo y ahora camina firme tras un primer semestre de muchas dudas, tropiezos y errores, que marcaron al inicio de su administración.
Con mucho trabajo de tierra, un perfecto olfato político al ceder a las peticiones del gobernador Armenta como lo fue el relevo de Fernando Solís en la SSC por el Comandante Pallares y mucha autocrítica, Pepe Chedraui logró llegar a su primer año al frente del Ayuntamiento de Puebla con números bastante competitivos que lo colocan como el perfil más competitivo que tiene Morena rumbo a las próximas elecciones intermedias, en las que mantiene la ilusión de buscar su primera reelección.
Muchas ya son las encuestas que demuestran que el empresario de origen libanés no solo es hoy por hoy el aspirante más conocido de Morena y del resto de partidos en el capital, también sus números en el rubro de aprobación, confianza y rentabilidad electoral han venido mejorando de manera considerable.
Como lo mencioné en este mismo espacio, Chedraui está en el bloque de “pesos pesados” que son medidos desde ya por la dirigencia nacional de Morena, cuyos números serán tema de una futura entrega, entre los que también destacan el exgobernador Sergio Salomón Céspedes, la directora de la Lotería Nacional, Olivia Salomón; el coordinador de gabinete del gobierno del estado, José Luis García Parra y el diputado federal Alejandro Carvajal.
El segundo bloque están los que no tienen ninguna posibilidad por su nulo conocimiento o por sus altísimos negativos como la diputada Laura Artemisa García, la diputada federal Claudia Rivera o los petistas Nora Merino o José Antonio López, entre muchos otros.
Insisto, el primer informe de Pepe Chedraui demostró que el alcalde es el rival a vencer rumbo a la interna del 2027.
Pendientes, tan cierto como lo es, hay demasiados en la Angelópolis y el trabajo para revertirlos será vital para que el edil logre consolidar su proyecto político para reelegirse por un periodo más y convertirse en el primer presidente municipal en la capital en lograrlo.
Sí, aun “no son tiempos electorales”, pero el camino se comienza a trazar.
El ceño fruncido de “La Maestra” Artemisa
Durante más de una hora, que duró el informe de Pepe Chedraui, “La Maestra” Artemisa lució incómoda, con el rictus trabado y el ceño fruncido.
Primero, la presidenta del Congreso del estado tuvo que soportar la realidad del aplausómetro, que –después del gobernador Armenta y del acalde Chedraui– se lo llevó José Luis García Parra.
Artemisa tuvo los mismos aplausos que la fiscal Idamis Pastor y la presidenta del Poder Judicial, María Belinda Aguilar.
Hasta Ricardo Monreal fue más ovacionado que la presidenta del Congreso.
Laura Artemisa jamás se sintió cómoda desde su sitio de honor mientras Pepe Chedraui era apapachado por Alejandro Armenta.
Si el gobernador tomaba un sorbo de agua, ella lo hacía también.
Si el gobernador aplaudía, ella aplaudía con más fuerza.
Si el gobernador sonreía, ella fingía una mueca incómoda.
El ceño fruncido de “La Maestra” Artemisa lo dijo todo.
Y es que bien dicen que el cuerpo no miente.
@GerardoRuizInc