El Blog de Puebla Deportes escribe Claudia López Torre
En un duelo dramático, la Selección Mexicana Femenil sub-17 venció 1-0 a Países Bajos en el Mundial de Marruecos 2025 y, con ello, no solo mantuvo la esperanza de seguir con vida en el certamen, sino que ahora controla su propio destino y está más cerca de clasificarse a los octavos de final.
El combinado nacional jugó gran parte del encuentro con una menos tras la expulsión de Vanessa Paredes, pero ni eso fue suficiente para frenar el ímpetu tricolor. Las dirigidas por Miguel Gamero se mostraron mejor que en su debut en el torneo, aunque el marcador no se movía. Fue hasta el minuto 87 cuando, en un momento de pura inspiración, Citlalli Reyes sorprendió con un disparo desde casi tres cuartos de cancha que superó a la portera rival para sellar una victoria épica que desató la euforia mexicana.
Ese gol, tan inesperado como merecido, cambió por completo el panorama del grupo. México, que venía de una dura derrota 2-0 ante Corea del Norte en su debut, recuperó la confianza y demostró que este equipo tiene garra, carácter y capacidad para reponerse de los golpes.
Con este resultado, el Tri Sub-17 depende de sí mismo para avanzar a octavos. Su último rival en la fase de grupos será Camerún, un conjunto que, aunque se encuentra en la última posición del Grupo B, ha mostrado competitividad al complicar tanto a Corea del Norte como a Países Bajos. El mundial está conformado por seis sectores con cuatro selecciones cada uno, y avanzan los dos primeros de cada grupo junto con los cuatro mejores terceros lugares, por lo que la pelea está más viva que nunca.
México clasifica a los octavos de final si gana a Camerún, pero incluso con un empate podría avanzar dependiendo de otros resultados, también mantiene opciones de ser uno de los mejores terceros lugares, lo que hace que este último encuentro tenga tintes de final. Además, un dato importante: si México y Países Bajos terminan igualados en puntos, el primer criterio de desempate es el resultado entre ellas, y por haber ganado el enfrentamiento directo, México está por encima en la tabla.
En lo futbolístico, el equipo deberá mantener la solidez defensiva, cuidar la disciplina y buscar más contundencia en el área rival. La clave será tener la posesión y no caer en el juego físico de Camerún, que se ha mostrado como un rival incómodo y que va a pelear hasta el final, que presiona alto y no da pelotas por perdidas. Miguel Gamero sabe que la gestión emocional será fundamental, este grupo nos demostró que puede sufrir, resistir y responder en los momentos más tensos.
El contraste con la historia reciente también deja una reflexión profunda. México alcanzó su mejor participación en la Copa del Mundo Sub-17 en 2018, cuando fue subcampeón del torneo, pero cuatro años después, en 2022, no logró avanzar de la fase de grupos, sumando una victoria y dos derrotas. Ese vaivén muestra la irregularidad de un proceso que tiene talento, pero aún carece de estructura y continuidad. La Liga MX Femenil ha crecido, sí, pero todavía falta mucho por hacer para que la formación de futbolistas jóvenes no dependa solo de los equipos que siempre están peleando liguilla, se necesita que más clubes apuesten por procesos sólidos, por visorias, por trabajo de fuerzas básicas y continuidad en proyectos deportivos.
Un ejemplo claro es el de Joselyn Solís, quien ha sido titular en ambos encuentros del Mundial y pertenece al Club Puebla, equipo que actualmente se encuentra en el fondo de la tabla en la liga local. Su caso demuestra que el talento existe en todos los rincones del país, pero que muchas veces las jugadoras no encuentran un entorno que les permita desarrollarse y alcanzar su máximo potencial. Puebla, como varios equipos de media tabla hacia abajo, se ha quedado estancado en proyectos sin dirección, donde no hay continuidad ni inversión suficiente en la formación de futbolistas, y eso termina afectando al desarrollo general del futbol femenil mexicano.
El cierre ante Camerún será una prueba de carácter y madurez. Ganar significará avanzar, pero también consolidar el trabajo de una selección que representa el crecimiento constante y la necesidad de seguir impulsando el futbol femenil desde sus bases. Este grupo ha dejado claro que el talento está, pero sobre todo que el corazón y la mentalidad son su motor más poderoso.
Marruecos puede ser el punto de partida para otra gran historia. Porque si algo ha demostrado esta Sub-17, es que no basta con estar en el Mundial: hay que pelearlo hasta el último segundo. Con la garra de Citlalli Reyes, la fortaleza de sus compañeras y una ilusión intacta, México sigue soñando con dejar huella.
@clau_0701