La tormenta internacional que alcanzó a una académica de la BUAP

La tormenta internacional que alcanzó a una académica de la BUAP
Fernando Maldonado
Parabólica Beatriz Gutiérrez Muller BUAP

Parabólica.MX escribe Fernando Maldonado  

La petición al gobierno de España para adquirir la residencia legal por razones académicas en ese país de parte de la esposa de Andrés Manuel López Obrador, Beatriz Gutiérrez Müller, desató una tormenta política que ha alimentado la oposición a la 4T.

La metralla que ha recibido el matrimonio no es gratuita porque el gesto de la académica es absolutamente contradictorio con la línea argumental que utilizó junto con su consorte, López Obrador, para alimentar el sentimiento antiespañol preexistente aún en algunas capaz de la sociedad mexicana al solicitar una disculpa por lo ocurrido en el periodo de colonización hace cinco siglos.

Gutiérrez Müller aparece aún con la plaza de profesora e investigadora en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades ‘Alfonso Vélez Pliego’ de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y según la semblanza en el sitio oficial de la institución las “líneas de investigación son: textos de la Conquista de México; textos postridentinos o del Barroco religioso en castellano; y escritores y periodistas de principios del siglo XX en México. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (Nivel I)”.

Desde su paso por la universidad Iberoamericana en Puebla en donde estudio Ciencias de la Comunicación, luego como reportera en diferentes medios y como esposa del expresidente, generó polémica, con razón o sin ella, como cuando declinó ser presidenta honoraria del DIF Nacional como si con ese gesto renunciara a la figura pública que fue al lado de un dirigente político de la estatura del tabasqueño.

Tanto estuvo en la palestra, que sus actuaciones públicas son seguidas con microscópica mirada para aprovechar cualquier desliz. La gestión en el Consulado de España en la capital del país lo es porque como sucede en política, cada quien es preso de sus palabras y ella no podrá renunciar a ese pasaje público como inquilina de Palacio Nacional.

Y de paso comprueba varias tesis planteadas en ciencia política. Quizá la más apremiante tenga que ver con la confirmación de que en el sistema político mexicano, el año de mayor dificultad para un presidente es el séptimo año. Dejar de disponer del poder público absolutista deja sin redes de protección a quien antes fue tlatoani o soberano, y a su parentela.

No obstante las prendas académicas, Gutiérrez Müller paga por partida doble la idea de residir en un país del que los mexicanos abrevamos innegablemente y que antes denostó. La lluvia de descalificaciones públicas por la contradicción manifiesta, están a la vista en espacios de opinión y redes sociales.

Y mientras las voces detractoras de la consorte de López Obrador es llevada a la pira para ser quemada en leña verde, los correligionarios y “quedabien” dentro del partido, dirigentes o simpatizantes han guardado un convenenciero silencio. No ha habido hasta el momento de escribir esta entrega, una figura pública con la voz suficientemente poderosa para hacer contención.

La tormenta en torno a la esposa del ex presidente no ha llegado a la intensidad suficiente pues hasta ahora no se ha discutido si como lo establecen los requisitos para obtener una estancia legal en España acreditará tener los medios suficientes y si, una vez con pies en aquella tierra, estará dispuesta para tramitar ciudadanía, guardar fidelidad a la Corona Española y a la Constitución de un país al que antes exigió perdón.

 

@FerMAldonadoMX