Espionaje político: de Puebla para el mundo

Espionaje político: de Puebla para el mundo
Fernando Maldonado
Parabólica Espionaje

Parabolica.MX escribe Fernando Maldonado

En octubre de 2015, mientras Alejandro Armenta era diputado federal ya para ese entonces el gobierno de Rafael Moreno Valle había invertido mas recursos económicos que el propio Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional en equipo para espiar a opositores como, activistas, periodistas y hasta a sus propios aliados: 330 millones de pesos de hace diez años.

Pudo haber sido a través de los gusanos cibernéticos como Pegasus, exploit o Glileo de manufactura israelitas, pero el expediente del espionaje con fines de control político en Puebla ha sido siempre una herida para quien vivió el horror de un régimen totalitario y que hoy se ha colocado en una cómoda posición libertaria que antes no tuvo hace una década.

El ex Presidente Enrique Peña Nieto salió a desmentir la versión publicada en un diario en Israel sobre un pleito de barandilla de dos inversionistas que presuntamente entregaron 25 millones se dólares al priista. Siendo sinceros resulta ingenuo suponer que un político mexicano haya aceptado públicamente la existencia de un soborno.

En 2015, Hacking Team vendió un software al gobierno de Rafael Moreno Valle a través de una filial de origen israelí de nombre Kabat, que a su vez operó en México a través de Seguritech SA de CV, para infiltrar con un virus denominado exploit todo tipo de dispositivos con el propósito de espiar a diversos a adversarios del régimen panista.

La administración de Moreno Valle hizo la asignación de los trabajos por más de 322 millones de pesos a la empresa Picorp de México SA de CV. Sin embargo, lo estaba haciendo en realidad a la polémica firma europea que ha vendido el sistema de espionaje cibernético a una decena de entidades públicas en México, como el gobierno del estado.

En un comunicado filtrado a la plataforma WikiLeaks, Hacking Team admitió y reconoció que Picorp forma parte de las firmas que integran este holding, descubierto por The Citizen Lab de la Universidad de Toronto en Canadá y que propició un escándalo a nivel mundial a mediados de 2015.

El escándalo por los trabajos de espionaje realizados desde Puebla que alcanzaron no solo a perfiles locales, sino a pesos pesados de la escena nacional como Miguel Angel Osorio, ex Secretario de Gobernación; Margarita Zavala Gómez del Campo, esposa de Felipe Calderón; o a Manuel Velasco, del Partido Verde tiene aún mucha tela de donde cortar.

En enero de 2017 en el ocaso del gobierno de Moreno Valle que supuso el lanzamiento de sus aspiraciones presidenciales, The New York Times publicó un extenso trabajo de investigación cuya cabeza sugería la existencia de una sombría, pero millonaria industria que violaba derechos fundamentales como el de la privacidad con fines políticos: Cyberwar in sale (Cyber guerra en venta) del que poco se habló en su momento ante el riesgo de padecer la embestida del aparato que parecía incontenible y que comenzaba con un caso vivido por los opositores al morenovallismo en Puebla.

El Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales determinó reservar hasta 2027 todo lo relacionado con los gusanos cibernéticos que fueron utilizados para el espionaje político, en lugar de aplicarlos en la escucha de líderes criminales de los que todos en México saben.

Existe una distancia grande entre la expresión “hay pájaros en el alambre” y lo sucedido en suelo poblano entre 2011 y 2017. Hay que tomar la palabra al gobernador Armenta por investigar a un grupo de delincuencia que ostentó el poder en ese periodo, de lo contrario no será más que un ejercicio de la retórica.

 

@FerMaldonadoMX