Teuchitlán: la perversa y falsa narrativa del PRIAN

Teuchitlán: la perversa y falsa narrativa del PRIAN
Alvaro Ramírez
Piso 17

Piso 17 escribe Álvaro Ramírez Velasco

El caso de Teuchitlán, Jalisco, quedará como paradigmático de la falsa narrativa que la oposición ha pretendido sembrar en el país, junto con su incapacidad de hacer propuestas y, sobre todo, al lado de su gran, grave y demencial perversión; se ha venido comportando así desde su estruendosa derrota en 2018, que se refrendó luego en 2024, y ante la que no han podido tejer un discurso medianamente coherente.

Ha quedado sepultada la versión, desde el principio inverosímil, de que en el rancho Izaguirre de esa municipalidad del norte de ese estado, muy cercano a la capital, Guadalajara, hubiera hornos crematorios.

La versión tan repetida en redes sociales, que ahora sabemos que solamente para 4 días tuvo un gasto de 20 millones de pesos, de que ahí había un campo de exterminio, no ha podido sostenerse ante la aparición de apenas los primeros datos de las investigaciones que encabeza, ejerciendo su facultad constitucional de atracción, la Fiscalía General de la República (FGR).

Incluso, tampoco ante el sentido común, al revisar las fotografías aéreas del predio del rancho, se advierte la posibilidad física, por la extensión, de que ahí hubiera hornos crematorios.

La imagen reiterada hasta el cansancio de decenas de zapatos apilados ha sido la única “prueba” de la narrativa opositora de que se trataba de un “campo de exterminio”.

En el colmo de la exageración, en las cabezas de algunas notas se escribió que se trataba de un “Auschwitz mexicano”, en alusión al que sí fue durante la Segunda Guerra Mundial el conjunto de campos de exterminio de judíos en la Alemania Nazi.

(Auschwitz fue un complejo de varios campos de concentración y exterminio, en los territorios polacos ocupados: Auschwitz I, Auschwitz II-Birkenau, Auschwitz III-Monowitz y 45 campos satélites más).

La sola alusión al Holocausto que han hecho los opositores, principalmente los agentes de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional, el bloque del PRIAN, es una ofensa al Pueblo Judío y una supina ignorancia acerca del Holocausto, el peor genocidio de la historia contemporánea.

La semana pasada, un día después de que el fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, dio a conocer que era imposible la existencia de hornos crematorios y un campo de exterminio, pero que en cambio sí se trataba de un predio que sirvió como campo de entrenamiento del crimen organizado, las puertas del rancho Izaguirre se abrieron para que reporteros de todos los medios que se acreditaron entraran y reportaran de primera mano lo que ahí existe y que se presume que existió.

Por cierto, que de acuerdo con las primeras indagatorias de la FGR, la Fiscalía de Jalisco cometió decenas de omisiones.

En la narrativa rabiosa de la oposición jamás se señaló la posible responsabilidad de los dos anteriores gobernadores, Aristóteles Sandoval, del PRI, y de Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadanos; este último quien fue mandatario jalisciense justo en los últimos tres años, cuando ese campo de entrenamiento de la delincuencia organizada tuvo su esplendor.

Teuchitlán es la muestra de la torpeza de la oposición, con énfasis especial en el PRIAN.

Es la muestra de la incapacidad de crear una narrativa viable que, además de la verosimilitud inmediata, tenga la capacidad de sostenerse en la conversación digital y en el debate político e informativo.

Es la muestra de que hay escasa imaginación y, como se dice coloquialmente, siempre terminan los opositores yéndose en banda, escupiendo al cielo u disparándose al pie.

Pero, sobre todo, Teuchitlán es la muestra inequívoca de su perversión.

Son capaces de inventar cualquier cosa.

Afortunadamente siempre fracasan.

 

@Alvaro_Rmz_V