Acarreo de Vivanco, el “apóstol” Severiano, ¿Salinas Pliego en Puebla? y otra de Huejo

Acarreo de Vivanco, el “apóstol” Severiano, ¿Salinas Pliego en Puebla? y otra de Huejo
#LordCamote
Claudia Rivera Vivanco Severiano de la Rosa Amozoc Tepeaca Ricardo Salinas Huejotzingo Roberto Solís

Lo que dice Lord Camote… 

¿A cómo amaneció el kilo de acarreo en Tepeaca, el distrito por el que es diputada federal Claudia Rivera Vivanco, la expresidenta municipal de la capital?

¿De verdad que con su falta de arraigo consiguió llenar el auditorio en donde organizó una jornada de culto personal disfrazada de informe de labores?

No habita ese distrito, no lo conoce y ni chicharrón carnudo presume en sus informes llenos de auto elogios.

¿Es la clase de representantes populares que los habitantes de Tepeaca necesitan?

Nadie sabe, nadie supo.

*

El presidente municipal de Amozoc, Severiano de la Rosa de Morena debe tener mucha fe al culto religioso que tiene como líder a un pederasta que se hacía llamar “apóstol”, Nassón Joaquín, acusado en Estados Unidos de delitos como pornografía infantil.

El edil seguidor de la Iglesia de la Luz del Mundo, que tiene una colonia de más de 13 hectáreas en ese municipio no puede haber ignorado la existencia de los grupos delictivos que operan en su municipio.

Seguidor de un depredador sexual y protector de criminales. ¿Es el gobierno que merece la gente?

*

 ¿Alguien sabe si ya abrieron en Puebla el registro para adherirse al movimiento político del libertario Ricardo Salinas Pliego?

Es para una tarea.

*

Dinero habla en la Feria de Huejotzingo

El discurso de la Cuarta Transformación ha insistido, desde sus orígenes, en desmontar las estructuras clasistas que dividieron a México entre ciudadanos de “primera” y de “segunda”. Pero en Huejotzingo, el alcalde morenista Roberto Solís decidió reescribir el guion. Hace unas semanas presentó con entusiasmo la idea de que los conciertos en la Feria de Huejotzingo tuvieran un matiz social: un kilo de arroz como donativo para acceder a la zona especial. Pero la realidad desmintió la buena intención.

Los espacios privilegiados no se otorgaron a quienes colaboraron con víveres, sino a quienes pagaron cuotas de hasta tres mil pesos. Mesas reservadas, atención preferente y ubicación privilegiada para los bolsillos más solventes; los donadores de ayuda, relegados al fondo de la sección.

El contraste es brutal y exhibe un mensaje peligroso: en Huejotzingo, “dinero habla”.