Popularidad en la tragedia

Popularidad en la tragedia
Jesús Olmos
La Editorial

La editorial escribe Jesús Olmos

No es parte del mundo al revés, imaginar a la clase política las tragedias le vengan “como anillo al dedo”, para mejorar sus indicadores de popularidad.

Ocurría en el lejano 2013 en el vecino estado de Veracruz, en donde el penosamente famoso Javier Duarte de Ochoa, era gobernador con una creciente impopularidad y sus positivos se disparaban cada temporal que azotaba al estado.

Y es que, comenzaban las peticiones en las redes sociales para que el gobernador suspendiera las lluvias, por lo que los calificativos denigratorios se convertían en peticiones para el “Tío Javidu” “el gober lluvioso” o muchas otras formas folclóricas con las que se le reconocía por frenar las actividades escolares.

La práctica también se corrompió como todo lo que tocó aquella administración y algunas veces, con dos gotas de agua en las calles, Duarte y su administración, suspendían clases para tocar de manera superficial el cielo de popularidad hasta caer en el infierno en que convirtieron el territorio veracruzano.

 

@Olmosarcos_

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