Descubren cinco planetas mil veces más jóvenes que la Tierra

Descubren cinco planetas mil veces más jóvenes que la Tierra
Parabólica.Mx

Una nueva técnica permite identificar planetas ocultos en discos de gas y polvo mediante el análisis del movimiento del gas

Una nueva técnica desarrollada por expertos de la Universidad de Monash permitió descubrir evidencia de cinco planetas en formación, tan jóvenes que aún están en proceso de crecimiento.

Los primeros hallazgos del proyecto internacional exoALMA se publicaron en 17 artículos en la revista Astrophysical Journal Letters. La técnica emplea imágenes avanzadas para detectar planetas que hasta ahora permanecían ocultos por el gas y el polvo que enturbian los sistemas solares jóvenes.

El investigador principal del proyecto, el profesor asociado Christophe Pinte, fue pionero en esta técnica durante siete años en la Universidad de Monash. Gracias a su trabajo, el equipo logró identificar planetas de apenas unos pocos millones de años, es decir, mil veces más jóvenes que la Tierra.

A diferencia de los métodos tradicionales, que buscan la luz directa de los planetas jóvenes, exoALMA detecta los efectos que estos generan en su entorno.

"Es como intentar detectar un pez observando las ondas en un estanque, en lugar de intentar ver al pez en sí", explicó el profesor asociado Pinte.

Este enfoque permite detectar planetas mucho más jóvenes que antes, lo que abre nuevas posibilidades para entender su crecimiento y evolución.

Uno de los hallazgos clave del proyecto es que los planetas se forman rápidamente —en menos de unos pocos millones de años— dentro de entornos sorprendentemente dinámicos, donde interactúan numerosos mecanismos físicos.

El proyecto exoALMA (Exoplanets with ALMA) utiliza el radiotelescopio ALMA (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array), ubicado en el desierto de Atacama, Chile. Esta herramienta permite observar con alta resolución los discos protoplanetarios, regiones de gas y polvo donde nacen los planetas.

La nueva técnica aplicada por el equipo de Monash se basa en la detección del movimiento del gas, afectado por la presencia gravitacional de los planetas, y no en la luz que estos emiten o reflejan.