Ya no sólo afecta a las aves migratorias y de corral, sino también a una variedad creciente de mamíferos marinos y terrestres
Debido a que el pasado 15 de mayo se confirmó la presencia del virus de la influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP) H5N1 en una granja del municipio de Montenegro, en el estado de Rio Grande do Sul, Brasil, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural del gobierno de México decidió suspender la importación de productos avícolas de ese país, para evitar que su producción nacional corra algún riesgo zoosanitario.
A propósito de este brote, Mauricio Rodríguez Álvarez, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM y colaborador y vocero del Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes, indicó: “En los últimos dos años se ha visto un cambio en el comportamiento de la influenza aviar, la cual es causada generalmente por el virus A(H5N1): ya no sólo afecta a las aves migratorias y de corral –como gallinas, pollos y pavos–, sino también a una variedad creciente de mamíferos marinos y terrestres, incluyendo focas, lobos marinos, felinos, cánidos y bóvidos”.
Desde 2024 hasta la fecha se han reportado en Estados Unidos alrededor de 640 brotes de influenza aviar en granjas de producción avícola. Estos brotes han afectado a cuando menos 89.6 millones de aves, por lo que la producción de huevo y carne de pollo y pavo ha disminuido considerablemente, y por consiguiente estos alimentos se han encarecido. De igual manera se han identificado, en ese mismo periodo, mil 65 casos en vacas de ranchos lecheros de 17 estados de ese país, lo que ha obligado a tomar medidas regulatorias para el procesamiento y la comercialización de la leche y sus derivados.
“El impacto del virus A(H5N1) en la producción avícola y en la industria lechera en Estados Unidos y otros países, y su potencial transmisión a otros animales y a los humanos son elementos suficientes para mantener las alertas encendidas y reforzar las acciones de vigilancia”, agregó Rodríguez Álvarez.
Casos en México
Cada vez se detectan más casos de influenza aviar en animales silvestres y domésticos, y en aquellos que se mantienen en cautiverio, ya sea para la producción de alimentos o con fines de conservación. Consecuentemente, a partir del contacto laboral o recreativo con animales afectados, ha habido más contagios en humanos.
Destaca, por ejemplo, el caso de algunos gatos domésticos que, al ingresar en granjas lecheras y beber leche de vacas enfermas, se han infectado con el virus A(H5N1) –o bien han sido contagiados por otros animales– y posteriormente han acercado este virus al entorno humano.
“En varios países ha aumentado el número de reportes de casos de influenza aviar en diversas especies animales y también en humanos. En México ya se reportó el primer caso humano por el virus A(H5N1): el de una niña en Durango, que desafortunadamente murió por esta enfermedad. Con éste ya son dos casos en los que se involucra un virus tipo H5 [el otro, causado por el virus A(H5N2), fue en junio de 2024]. Todo esto ha configurado una situación potencialmente riesgosa”.