La algoritmización en el Amazon Prime Day 2025

La algoritmización en el Amazon Prime Day 2025
Carlos Miguel Ramos Linares
Ecosistema digital

Ecosistema Digital escribe Carlos Miguel Ramos Linares La algoritmización en el Amazon Prime Day 2025El Amazon Prime Day 2025 representa, sin duda, una de las cumbres más visibles y agudas del capitalismo de vigilancia y la uberización de la economía en nuestra época. Lo que a primera vista podría parecer una fiesta del consumo, plagada de “ofertas explosivas” y descuentos irresistibles, en realidad encierra prácticas comerciales y laborales profundamente inquietantes.

En primer lugar, este evento se basa en una vigilancia constante e invisibilizada del usuario. Detrás de cada sugerencia “personalizada” y cada rebaja sugerida, Amazon entrelaza miles de datos: historiales de búsqueda, compras previas, tiempo de pantalla, incluso lugar y hora de navegación. Toda esa información alimenta algoritmos que manipulan nuestras decisiones, creando una sensación permanente de urgencia: “compra ahora o piérdelo para siempre”. Este sistema no solo nos convierte en consumidores hipervigilados, sino en objetivos mercadológicos perfectamente perfilados. El resultado no es la libertad de elección, sino una ilusión de opción cuidadosamente preparada por corporaciones que conocen nuestros deseos incluso antes de que los formulamos.

En segundo lugar, la uberización de la economía también hace acto de presencia durante este evento. Los trabajadores, repartidores y empleados temporales encargados de garantizar que esos paquetes lleguen a tiempo, se encuentran atrapados en cadenas sin derechos: contratos precarios, horarios imposibles, salarios por entrega y condiciones inestables. Así, Prime Day se sostiene sobre una estructura laboral frágil, en la que el agotamiento y la incertidumbre reemplazan los logros y la dignidad profesional. Mientras tanto, los grandes ejecutivos y accionistas de estas empresas del “ecosistema” recogen dividendos sin asumir las externalidades sociales o humanas.

Es inquietante cómo este dúo – vigilancia y uberización – se retroalimenta. Cuantos más datos extraídos de nuestras vidas, más se potencia la demanda y la eficiencia del sistema. Cuanto más abarata y fragmenta la mano de obra, mayor capacidad tiene para responder a esa demanda con velocidad. Pero ese modelo encierra una paradoja peligrosa: los beneficios de esta maquinaria económica no se redistribuyen sino que se concentran, mientras que el precio “real” lo pagan los más vulnerables: consumidores que pierden autonomía y empleados que pierden derechos.

¿Hay alternativas? Por supuesto. Primero, debemos reivindicar regulaciones robustas sobre privacidad. No basta con marcar casillas o aceptar términos: se requieren límites estrictos sobre qué datos pueden recopilarse, cómo se usan y por cuánto tiempo se almacenan. Segundo, es urgente replantear el contrato laboral en la era digital. Si la economía de plataformas prospera, también debe hacerlo una economía que reconozca derechos laborales, salario mínimo digno por hora efectiva, descansos legales y seguridad social.

Mientras tanto, debemos asumir una actitud crítica como ciudadanos. Podemos y debemos reflexionar antes de sucumbir al “offertón relámpago”. Consultar reseñas independientes, comparar precios en otras tiendas, y detener la compra impulsiva. Apostar por el comercio local o por alternativas éticas, aunque sean menos rápidas o más costosas, es una forma de resistencia. Al hacerlo, recuperamos algo vital: el control sobre nuestra propia narrativa como consumidores y como trabajadores.

El Prime Day 2025 llega otra vez. No es solo un evento comercial: es una ventana para reflexionar sobre cómo queremos consumir, sobre cómo queremos trabajar y, en última instancia, sobre el tipo de sociedad en la que deseamos vivir. El reto que tenemos por delante es elegir: permitir que el capitalismo de vigilancia y la uberización continúen sin freno, o exigir una economía donde los seres humanos y la privacidad sean el centro, no un insumo más al alcance de algoritmos y plataformas.

@cm_ramoslinares