Parabólica.MX escribe Fernando Maldonado
Dispendio y frivolidad distinguen a la familia Mier, cuya cabeza es el legislador sin votos que quiso ser gobernador de Puebla: Ignacio Mier Velazco.
La hoja de ruta que ha permitido a este personaje llegar hasta la vice coordinación en el Senado de la República así lo evidencian. Una y otra vez la parentela se ha dado a la fatuidad, apenas disimulada con un conjunto de conceptos acuñados en la 4T que de tanto machacar, han quedado en la picaresca de la política.
El viernes de la semana previa, el personaje que se hizo llamar el “legislador más cercano a AMLO”, fue a la cabecera municipal de Acatzingo para promover el voto en favor del proceso de elección de quienes integrarán el nuevo sistema de impartición de justicia bajo la visión del propio López Obrador y que ha acompañado la presidenta Claudia Sheinbaum.
Por la seriedad del tema llevado a los habitantes de aquel municipio, por la profundidad de los alcances de la reforma al Poder Judicial y el significado de llevar hasta la voluntad popular la decisión de quienes tendrán la responsabilidad de impartir justicia en un país en el que notoriamente se ha puesto al servicio del pudiente, el medio era el mensaje.
Un especialista en derecho constitucional, un teórico en políticas públicas, un filósofo para hablar de ética política y hasta un sociólogo para ayudar a comprender la conducta humana que se resiste a los cambios en ciertos paradigmas que inciden en la vida colectiva habría sido lo ideal.
Tener elementos de conocimiento del momento que vive el país a partir de una visión interdisciplinaria habría sido reconocido, y agradecible. Pero no fue así. Mier Velazco, el personaje que está destinado a ocupar un sitio particular en la historia optó por convertir en un burlesque la exposición a medios con un perfil que ha sido fuertemente cuestionado en las filas de la izquierda: Sergio Mayer.
El actor y productor llegó a una diputación en 2018 bajo la tutela de la coalición Juntos Haremos Historia bajo la lógica en ese año que hacían falta manos y perfiles públicos que tuvieran lazos empáticos con sectores sociales a donde el discurso de la izquierda no podía llegar con efectividad.
Ahí estaba Mayer y la fama que le precedía como integrante del grupo de pop mexicano Garibaldi y como protagónico de un espectáculo de bailarines en poca ropa en el que igual participaron otros actores como Jorge Salinas, Eduardo Yáñez y Raúl Magaña, entro otros que llevó el nombre “Sólo para mujeres”.
Es un activista por la defensa de niñas y niños, pero no lo convierte en un especialista en derecho, sociología o ética política. No lo es y tampoco lo será envuelto en una vida pública que linda entre la política y la farándula.
La aparición de Mayer el viernes coincidió casi en tiempo con la de esa imagen frívola de la caricatura en una pueta en el Congreso del Estado de Daniela, su hija que sin tener ningún mérito profesional, académico o político que llegó a ocupar la Unidad de Igualdad de Género que el periodista Enrique Núñez develó en la entrega de la columna Contracara de Intolerancia Diario.
No será la última ni la primera que Ignacio Mier deja pasar la oportunidad de dotar de seriedad y conocimiento sobre temas que tocan fibras sensibles en la sociedad. En octubre de 2023 llevó a la tribuna de San Lázaro a la actriz y cantante Gloria Trevi, investigada en su momento por formar parte de una red de trata de menores al servicio de Sergio Andrade, para celebrar la aprobación de una ley contra ese delito.
Con los Mier no hay manera.
@FerMaldonadoMX