La editorial escribe Jesús Olmos
Bien decían las abuelas que cuando se come mole, se debe tener lista la servilleta, porque en el menor descuido aquello puede terminar con una espantosa mancha de este platillo típico de la cocina poblana.
Lo mismo pasa con Adán Augusto López Hernández, el senador de la República y presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara alta, quien se ha convertido en el mole de todos los arroces morenistas.
Mal momento para que Hugo Aguilar Ortiz, próximo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de quien se tienen altas expectativas para su desempeño en la instancia judicial, se tome la foto con “el mole”.
Y es que a partir de las revelaciones de que su principal mando policial estaba coludido con el grupo delictivo “La Barredora, todo lo que tocan Adán Augusto y sus socios, termina manchado y no sabemos si esa mancha será fácil de lavar.
@Olmosarcos_