La editorial escribe Jesús Olmos
Se le ha visto como un desalmado, como un hipócrita que viene desde el reggaetón (o el ritmo en el que quieran etiquetar su música) y también se le ha fustigado por si lenguaje y posturas políticas.
Lo que no han podido es llamarlo incongruente, porque Residente tiene causa y cada que se presenta en un lugar la reclama muy por encima de las posturas ideológicas de nadie.
En Ciudad de México, volvió a presentarse este puertorriqueño que ha llevado su bandera a las montañas de mas difícil acceso en Perú o en las aldeas más recónditas de África.
Y la congruencia contagia, como 180 mil personas en el Zócalo repleto pudiendo “Palestina Libre”, mientras en los palacios de alrededor siguen las valoraciones políticas para condenar lo que a kilómetros de distancia es a todas luces un genocidio.
@Olmosarcos_