Ruido y nueces

Ruido y nueces
Alejandro Páez Varela
La columna de Alejandro Páez Varela

La columna de Alejandro Páez Varela

“María Corina Machado. Pfff. [Alfred] Nobel debe estar revolcándose en su pinche tumba.

Sé que inventó la dinamita y que probablemente era un perfecto ojete.

Pero lo mismo pudo darle el premio a Donald Trump, y no es menos absurdo”.

–Roger Waters

1. El ruido al caer

Ruido. Mucho ruido. Ruido negro. No es el ruido de la calle: es, mayoritariamente, el de algunas redes sociales; el de los periódicos, la televisión y la radio. ¿Qué tanto de ese ruido se escucha entre la gente? No lo sé de cierto –diría Sabines– pero si sobrepongo los datos disponibles de los niveles de aceptación de la Presidenta, ese ruido negro es, además de sórdido, ruido opaco. Ruido sin brillo. Ruido abstracto.

El Premio Nobel a María Corina Machado aumentó el ruido al máximo. Le reclaman a Claudia Sheinbaum que se abstuviera de felicitar a alguien con quien no concuerda. Le reclaman porque no celebra que se galardone a quien pide que el ejército de Estados Unidos invada Venezuela. Le reclaman que no aplauda a una “heroína” que le pide a Netanyahu que ataque los vecindarios de su propio país como, supongo, lo hizo en Gaza. Le reclaman a la mandataria mexicana que no se solidarice con otra mujer, y qué mujer: una que tiene por aliado a Daniel Noboa, el Presidente ecuatoriano que ordenó violar la soberanía mexicana. Le reclaman porque no festeja a quien abraza a los súbditos de Donald Trump, como Javier Milei o Nayib Bukele.

¿De dónde viene el ruido? De distintos frentes. Veamos.

Está el ruido que generan Ricardo Salinas Pliego, sus empleados, sus fans y su televisora. Nunca he visto TV Azteca o Canal 40 y creo que el empresario tampoco, porque bien que sabe que una mayoría no se informa allí. Sólo así se explica que lo que se sabe de sus planes para dominar el mundo no se difunde por sus noticieros, sino en otros: con Adela Micha, con Ramón Alberto Garza y con otros que lo entrevistan para YouTube. Las infamias que dicen sus propios canales, obvio, no llegan a tantos. La gente, obvio, no le cree a su mediocre TV Azteca; a sus noticieros de mala confección, de mal gusto; a su mala copia de lo que se hace en Televisa. Salinas Pliego lleva unos tres años soltando información chatarra día y noche contra Andrés Manuel López Obrador y contra Claudia Sheinbaum. ¿Ha logrado cambiar en algo la percepción de la gente? No. Creo que ha beneficiado la causa de la izquierda porque Sheinbaum de hecho tiene más puntos de popularidad que AMLO.

Está el ruido que hacen Claudio X. González y su festival de logotipos, los tres medios que lo veneran y los dos náufragos del PRD que hundieron al PRD y sueñan con otro PRD con nuevo membrete. Nunca nadie le hizo tanto daño a la sociedad civil como este junior deshonesto. Durante años, y con ríos de dinero de Estados Unidos y de lo más tóxico de la élite empresarial, fingió causas y organizó marchas. Después entregó a sus marchistas a Xóchitl Gálvez, el peor experimento de la derecha en décadas. Luego de la derrota de 2024 se guardó más de un año. Ahora está de regreso, con un nuevo membrete y el viejo diseño que explota la X, su equis: Ciudadanos X la Democracia, se llama ahora lo que antes fue Sí X México y Va X México, que usan la letra X como distintivo. Claudio vuelve a robarse el color rosa del INE y ahora, además, el logotipo con la urna y el voto. Claudio hace ruido porque le sueltan el dinero para hacerlo, pero, ¿y las nueces? ¿Impacta en algo? No. Creo que sólo emociona a un puñado de súbditos y con esos tiene para seguirse financiando con dinero ajeno.

Y está el ruido que hacen los que no tienen otra opción. Si Alejandro Moreno Cárdenas no acusa al Gobierno de México de ser una “narcodictadura terrorista”, ¿qué le queda? ¿Huir una madrugada a Paraguay, a Texas o a alguno de los ranchos que compró con dinero sucio y que todavía no se le descubre? ¿Qué hace Ricardo Anaya si no critica a la 4T? ¿Regresarse a Estados Unidos? ¿Qué hace Jorge Romero Herrera si no pueden aliarse a la izquierda para lavar sus pecados, como astutamente han hecho los innombrables Pedro Haces, Ricardo Gallardo o Adrián Rubalcava? ¿Qué hacen, entonces, sino hacer ruido?

Ruido. Mucho ruido. Ruido negro. Y no es el ruido de la calle: es, explosivamente, el de la red social X, el Disneylandia de la derecha internacional. Es el ruido de los periódicos, la televisión y la radio. Es el ruido de periodistas y comunicadores que añoran sus visitas a Los Pinos de los tiempos del PRIAN.

¿Y qué tanto de ése ruido mueve el ánimo de la gente? Respondo: poco o nada. Me baso en las encuestas de intención de voto de la izquierda. Cito las últimas encuestas de aceptación de Sheinbaum.

Hacen ruido sórdido, ruido seco, ruido abstracto. Es el ruido que hacen al caer más, más abajo. Ruido que refleja rabia y está desprovisto de las nueces que se requieren para cambiar algo.

2. Ruido en casa

Y luego, el ruido innecesario. Es el ruido que hace Gerardo Fernández Noroña cuando se enfrenta a un periodista (así sea de TV Azteca) porque se le pregunta quién pagó, y a cambio de qué, los vuelos privados que lo llevaron de gira por todo Coahuila. Es el ruido que hacen Adrián Rubalcava y Pedro Haces cuando toman la plancha del Zócalo para el Informe de la Presidenta.

Es el ruido que hizo el dispendio de Adán Augusto López durante la precampaña presidencial y el ruido que se hizo porque nadie, absolutamente nadie, le ha pedido una explicación. Es el ruido que hizo La Barredora cuando, en las narices de dos gobernadores de Morena, dirigió desde adentro de la Policía Estatal una operación criminal contra los ciudadanos. Es el ruido que hacen los hermanos Monreal cada vez que quieren posiciones y privilegios. Es el ruido que hacen los que no entienden que pueden vacacionar a donde se les pegue la gana cuando terminen el encargo que les hizo la 4T.

Ruido. Es el ruido que hace que la Presidenta diga que cada quién debe dar explicaciones por su comportamiento. No me gusta esa respuesta porque hace ruido innecesario. No hay una condena y tampoco se hace cargo, y entonces cualquiera puede preguntarse que si ella no se hace cargo y ella no los mete al carril, entonces, ¿quién lo hará?

Y ese ruido sí es ruido, creo, del que hace daño. Es el ruido más estruendoso porque sucede dentro de cuatro paredes. Es un estruendo que golpea los tímpanos porque es ruido de casa.

Es como el ruido que hace un bache. Es el ruido que hacen tres baches. Es el ruido que hacen miles y miles de baches en la ciudad más grande del mundo: ¿qué no se dan cuenta del ruido tremendo que hacen los autos al caer en los baches y qué no se dan cuenta de que cada llanta que revienta es un ciudadano al que le han quedado mal? Todo puede ir de maravilla pero hay un bache que dice lo contrario. Todo puede ir de maravilla pero hay un Noroña o un Adán o un Haces que dicen lo contrario. Hay que tapar los baches, carajo. Son ruido innecesario.

3. Ruido que viene

La derecha no se ha cansado, óiganlo bien. No tiene razón para cansarse. Nunca hay derrota que valga para alguien que pelea por su propio pellejo. El que tiene que jalar con bueyes las carretas de todo el vecindario termina por ahogarse, sobre todo si es uno de los bueyes. Pero el que va arriba de la carreta no se cansa nunca. Claudio no se cansa. No se cansan los empresarios como Salinas Pliego, ni los políticos como “Alito”, que han perdido el dinero fácil y los privilegios. Pueden resistir porque van arriba de la carreta. Pueden seguir haciendo ruido, todo el ruido.

Y viene ruido. Mucho ruido. En las redes sociales, en los periódicos, en la televisión y en la radio. ¿Qué tanto de ese ruido escuchará la gente? No lo sé de cierto –diría Sabines–, pero supongo que con amplificadores terminarán por escucharlo. Es ruido sin brillo. Ruido abstracto. Ruido sin nueces pero es ruido. Se intensificará conforme se acerque 2027, las elecciones federales intermedias que combinarán además la consulta de revocación de mandato y el segundo tramo de la renovación del Poder Judicial. Viene ruido.

Por eso urge que la izquierda se aturda con el ruido interno. Urge que se controle el ruido innecesario, el ruido de casa. Todo puede ir de maravilla pero siempre hay un Noroña o un Adán o un Haces o un Rubalcava o un Monreal que dicen lo contrario. Siempre hay un bache y alguien que cae en él por confiado. Hay que tapar los baches, carajo. Y hay que lidiar con los ruidosos de casa. Aunque no guste, hay que hacerse cargo.

 

@paezvarela