La piedra para Sheinbaum

La piedra para Sheinbaum
Fernando Maldonado
Parabólica

Parabolica.MX escribe Fernando Maldonado 

La mujer más poderosa de México, Claudia Sheinbaum Pardo parece destinada a tener la suerte del mítico Sísifo, condenado por el rey Zeus a cargar una enorme roca hasta la cima de la montaña para luego verla rodar cuesta abajo y volver a comenzar, hasta el fin de sus días.

Cuando ya parecía resuelto el expediente de la imposición arancelaria a producos mexicanos de parte de Donald Trump, entre otros que son producidos en otros países, ahora deberá echar mano de una nueva dosis de aplomo para volver a negociar con quien evidentemente no está dispuesto a respetar el recurso más valioso para la política: la palabra.

La pretendida imposición de aranceles a vehículos semi pesados a partir del 1 de noviembre pega a la industria automotriz en la que Puebla tiene un papel actuante. Suponer que se trata de una medida que sólo impactará en la economía de las entidades en las que hay infraestructura fabril de las características de vehículos en los que ahora se les colocó en la mira es ocioso.

Dato curioso, y también contradictorio. La empresa consultora Integralia recién acaba de publicar el resultado de un extenso estudio en el que enumera cinco atributos en el primer año de la presidenta de México y comienza con la relación que ha mantenido con la administración republicana y Canadá, los socios comerciales del T-Mec.

“Durante su primer año de gobierno, Sheinbaum mostró que su prioridad de política exterior es preservar la integración comercial de América del Norte.

“Con EE.UU. estrechó la cooperación en materia de seguridad, contención a China, migración, y buscó atender varios de los reclamos comerciales y sectoriales. Además, la presidenta evitó entrar en confrontaciones retoricas con Trump y optó por un enfoque institucional. México también restableció su relación con Canadá́, que puede ser un aliado valioso en la revisión del T-MEC”.

El documento cita otros factores como logros en la gestión presidencial, pero resulta particularmente interesante que un régimen político como el que inició el presidente Andrés Manuel López Obrador y continuó, con matices, Sheinbaum, catalogado por voces desde la oposición como comunista, esté enfocado en mantener vigente un mecanismo de cooperación comercial iniciado desde 1994 con el innombrable Carlos Salinas de Gortari.

“El regreso de Trump a la Casa Blanca trajo enormes retos para México, frente a los cuales la presidenta ha respondido con relativa efectividad y prudencia. Si bien el entorno de negocios aún enfrenta desafíos e incertidumbre, el gobierno mexicano logró mitigar algunos riesgos en la relación bilateral”, consideró la consultora Integralia.

Pero eso fue en el pasado reciente. No estaba aún en el panorama la nueva medida proteccionista del “mundo libre” en Estados Unidos, para proteger su propia industria frente a la competencia de otras firmas automotrices.

Aunque la eficacia en el esquema de negociación bilateral es atribuible al secretario de Economía, Marcelo Ebrard, la pregunta es permanente y siempre oportuna: ¿hasta cuándo la mujer más poderosa de México está dispuesta a cargar esa enorme roca cuesta arriba como en la historia mitológica de Sísifo?

 

@FerMaldonadoMX

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